jueves, 21 de noviembre de 2019

Robin Hood en la corte de San Telmo

Sir Robin de Locksley, o mejor Robin Hood, ese forajido de corazón y propósitos nobles  que nos lleno las sobremesas de los sábados de niños disfrazado de Errol Flynn o ya de mayores como Russell Crowe, ha revivido en los alrededores de Sevilla. Según el trovador Ábalos, los 19 de los ERE, detenidos por la pertinaz jueza Alaya, juzgados y condenados, no se llevaron un euro. Esto ha quedado probado en la extensa sentencia condenatoria, al igual que lo malversado es importe jamás conocido en democracia. Este lapsus linguae debido, creo y espero, que al momento político y sobre todo por la intención de parecer mejores que los de la Gurtel. El precedente que supone la exitosa moción de censura que gano el eterno presidente en funciones rondaba sus cabezas segundos después de conocerse el fallo de la Audiencia de Sevilla.

La verdad que me extraña que nadie haya comentado lo que voy a plantear, o no lo he leído aún. Doy la razón al portavoz socialista, pero donde él ve virtud, se me acumulan los peores nubarrones para su partido. El planteamiento básico por su parte es el de siempre: no han metido la mano en la caja por lo tanto son mejores que la derecha. Sobre esto me surgen diversos comentarios, el primero y más importante, ¿por qué lo hacían? ¿por qué daban enormes cantidades de dinero a dedo? Pues para comprar voluntades. Es la única respuesta plausible. Crear, cual red mafiosa una red de favores debidos, tanto en las empresas como en aquellos particulares que han entrado en los distintos programas de forma irregular. La segunda pregunta sale sola, ¿a quién le deben al favor? y la respuesta es igual de obvia, a su partido político. Nadie se ha planteado esto en sede judicial, sobre todo porque es difícil de probar en un sistema tan garantista como el nuestro, pero la responsabilidad del PSOE es a todas luces manifiesta, usaron cientos de millones de euros de dinero público para crear una red clientelar que hiciera eterno el poder de esta formación en Andalucía y así ayudar a este objetivo también en toda España.

Así pues, señores del PSOE, si no se llevaron el dinero, no es por bondad, es por que querían mandar para siempre, y que ustedes lo justifiquen por esquivar los golpes sólo quiere decir que la lucha contra la corrupción que plantean es un arma política contra el PP o CiU. Si alguien me lee, no se olvide, lo importante es malversar el dinero público, pues el primer principio que debe cumplir el dirigente político es ese. No es cuestión de quienes son peores, si los de la Gurtel o los de los EREs, si el PP o el PSOE, la cuestión es de honradez y tampoco es honrado justificar al malversador como han hecho estos días algunos medios como El País o políticos del PSOE. Señores no es verdad que robaban a los ricos para ayudar a los pobres, no son los Robin Hood del sXXI, pues a día de hoy, ni los Presupuestos del Estado, ni los perceptores de las ayudas, cuadran en la trama de esta romántica historia.


lunes, 30 de septiembre de 2019

No one above the Law

Hace unos días leí un titular en Twitter, la presidenta de la Camara de Representantes anunciaba el inicio del proceso de impeachment contra el presidente Trump. Me llamó la atención un entrecomillado, eran unas pocas palabras, esas que dan título a este comentario, "nadie por encima de la Ley". Estados Unidos e Inglaterra son posiblemente las dos democracias más antiguas del mundo. Países paralelos, en muchas cosas, sistemas distintos pero basados en principios que maman de la misma fuente, el Estado de Derecho. Es curioso que en una misma semana los casi albinos líderes de ambos países hayan recibido dos reveses, uno más formal aunque moralmente gravísimo, el otro desmonta la estrategia suicida del británico.
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No conozco, salvo por la prensa ambos asuntos, mi comentario no versa sobre ellos, me llama la atención lo claro que tienen las instituciones que el político debe atenerse a la Ley, y no escribo sobre corrupción. En la separación de poderes, el poder político crea leyes, el ejecutivo las lleva a efecto y el judicial hace que se cumplan y castiga a quien no las cumpla, sean políticos o no. Parece que lo que aplaudimos en otros lares, porque los personajes no nos son simpáticos, no nos parece igual cuando se refieren a causas que nos incumben.

Por ejemplo, estoy bastante de acuerdo con el señor Iglesias que la solución definitiva al problema catalán es política, pero no creo que entendamos lo mismo por ello. La política, es decir el poder político, producirá los cambios legislativos necesarios para que una vez llegado a un acuerdo se haga efectivo este. Este no significa que ningún actor, de este circo más que proceso, se pueda saltar la Ley en vigor, y por ello, cualquier cambio debe hacerse dentro de la legalidad. Es decir Sr Puigdemont, para conseguir su ansiada independencia antes debe cambiar la Constitución Española, y para ello debe convencer a la mayoría de nosotros, en Cataluña y en el resto de España. Saltarse esto implica la entrada de oficio del Poder Judicial, y si, señor Iglesias, son independientes, no son franquistas, como se ha visto hace poco y la política, y menos los políticos, está por encima de nadie, y mucho menos de la Ley. Because, as I wrote above, No one is above the Law...

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Escribir

A mis pocos y abandonados lectores sólo pedirles perdón por no acudir a una cita que debería siempre ser periódica. En este mundo cambiante siempre algo que decir, además en este universo cibernético se tienen las herramientas pare hablar con libertad, para escribir de forma pausada y libre, expresar esa opinión, única, porque es aquella forjada por tu opinión, con el mero propósito de dar a conocer lo que uno piensa, sin buscar aprobación y aún menos reprobación.

Así, como un figurado Magistrado del Supremo, pretendo volver a dar mi opinión reposada y sincera sobre esos muchos temas que ahora bullen. Mojarme en temas de actualidad, o en matices de mi actualidad. Asuntos cercanos y muy conocidos por mi como el Turismo, o quizás, políticos como la repetición de las elecciones o Cataluña, e inclusive de asuntos más lejanos pero no menos perturbadores como los gemelos anglosajones que rigen los destinos de los Estados Unidos o Gran Bretaña.

Me perturba la falta de profundidad de la política actual, aquí y fuera, los argumentos simplistas, los políticos de tweet como dice mi querido Eduardo. Me ilusiona, al mismo tiempo que aterra, la tecnología y sus nuevos retos. Me preocupan los extremos pues siempre son los del otro, la incapacidad de escuchar o sencillamente, lo que para mi es la base de cualquier convivencia civilizada, el respeto por el contrario.

Por todo, y después de más de un año sin mojarme, sólo pedir perdón a la vez que respeto por escribir algo distinto de lo que esperabas leer. Por expresarme humildemente desde mi portátil, por contar aquello que me sale compartir, por que esta humilde alma verdiblanca, por la gracias de Dios, cree que debe poner una microgota de opinión en este universo de locura.