sábado, 25 de mayo de 2013

La importancia de 70 euros...

        Hace mucho, pero que mucho tiempo, demasiado, que no escribo. Cuando empecé a publicar este blog me servía como conjura de mis muchos miedos y frustraciones, me desahogaba, conseguía liberar ese caudal de energía que ya no fluía hacia el trabajo. Mi silencio no ha sido señal de que se fueran éstos, sino que los demonios estaban ganando. Vuelvo a escribir. Esta vez he dejado el bolígrafo y me he pasado al ordenador por falta de tiempo. ¡Bendita falta de tiempo! Los días vuelven a ser cortos: ¡tengo trabajo! Antes, y lo siento por todos aquellos que me han ayudado ofreciéndome una oportunidad, no conseguí ni mucho menos dedicarme de forma profesional a ningún trabajo. Me encontraba, creo que como muchos en esta crisis, desorientado.

      He vuelto y soy, si no feliz, un poquito más persona. Primero mi estabilidad personal y ahora un empleo están logrando esa felicidad. Pero no creáis que me ha tocado la lotería: 42 años y un trabajo que me gusta. Me lo he buscado yo. Bueno me lo han ofrecido y lo he tomado yo. Compré un boleto por 70 € y en vez de esperar que parasen las bolas me puse a trabajar. A día de hoy, aproximadamente un mes y medio después, me ha tocado el reintegro y voy camino de una pedrea. Con mi nuevo ánimo buscaré, si no uno de los premios gordos, uno de esos de la ONCE, y quien sabe...

         Publico porque necesito expresar a tantos que están o han estado como yo que hay una solución. Ésta pasa por uno mismo: el autoempleo. Hay que salir a buscarse la vida como se ha dicho siempre, y encontrar cada uno su hueco.  Podrás ser artesano o artista, profesor de lo que te gusta, vendedor o miniempresario, pero si lo buscas o te buscan, tendrás la oportunidad. Si ocurre, ¡no la dejes pasar! Tendrás tu nicho, no en el camposanto, sino en el mercado, lo defenderás con esfuerzo y con él podrás triunfar, serás más persona.

           Si esperas que alguien te arregle el problema, la llevas dada, ni gobierno, ni empresas, ni ONGs te van a dar un empleo, y si lo hacen lo será a personas que no son de tu perfil. A mi se me acercó un familiar y me ofreció una oportunidad de negocio, por 70 € entré y desde entonces soy otro. Le doy las gracias primero a Rocío por aguantarme, a Luis por sacarme de casa y especialmente a mi primo por pensar que le podía ayudar en su negocio creando a su vez el mío: soy distribuidor de Masqueleche