viernes, 6 de abril de 2018

Amanecer...

Vuelvo a escribir, y, ni de política, ni de economía, ni ladrillo, ni de mi Betis, ¡con las alegrías que me está dando!. Hoy me mueve la música. Por supuesto nada que se compone ahora, sino que fue hace años, demasiados quizá... 

Estamos aquí para contarlo. Eran los 70, yo un niño, mucho más niño que los de ahora, escuchaba lo que me dejaban, y sin protestar, eso pasaba por ser el quinto, pero como mi querido tío Álvaro decía "no hay quinto malo".

Gracias especialmente a mis hermanos aprendí que la música es sentimiento y con el tiempo aprendí que lo que te llena marca quien eres. De mi mayor Cristóbal, que la profundidad, complejidad y virtuosismo del rock sinfónico no tiene igual. Que el rock puro tuvo su canto del cisne con los Zeppelin, eso si, aquí lo hicimos distinto... y Alameda o Triana no tienen nada que envidiarle a ningún grupo anglosajón de la la época.



De otro  hermano, el místico, aprendí que las letras contaban historias. Él prefería las poesías de Cat Stevens o de algunos de los cubanos, con sus guitarras acústicas y aire revolucionario, unos, o naíf los otros; o la mezcla de ambos. Como cuando Silvio Rodríguez te da una Canción...



Tenemos otro hermano muchos más práctico, pero menos profundo. A el le debo escuchar, por ejemplo, a Supertramp un fantástico grupo británico que elaboraba las versiones comerciales, con buen gusto, de ese rock sinfónico o progresivo. Para mi niño de menos de diez años, los solos de Jimmy Page o las letras de Cohen no los entendía. Con Rick Davis todo era más sencillo, LP´s  de portadas llamativas y ritmos facilones, donde metían solos largos de piano o saxofón me enseñaron que los sencillos no tienen porque ser de cuatro minutos y que el virtuosismo era tan importante como la letra,  me hizo comprender mejor todo lo que entiendo ahora.



Pero, ¿por qué me has contado este rollo familiar? Lo he hecho porque quiero contar el porqué me encantan los 70, lo conozco bien, su calidad musical y de composición no tiene igual en estos tiempos, hasta los grupos comerciales eran buenos. Muchas de estas canciones han quedado como himnos de las generaciones posteriores, y como ejemplo algo tan sencillo como el amanecer:


Unos flamencos hacen poesía con el:

"El sol, joven y muy fuerte
Ha "vencio" a la luna
Que se aleja impotente
Del campo de batalla
La "lu", vence tinieblas
Por campiñas lejanas
El aire huele a pan nuevo
El pueblo se despereza
A llegar la mañana
Al amanecer, al amanecer
Con un beso blanco yo te desperté..."


Otros hicieron que el rock fuera poesía:


"La luna se levanta tiento a tiento, 
suenan sones, palomas y quejas. 
Un manto de cristal al firmamento, 
¡ay! Suspirros que la noche deja. 

Soledades, rezos y “gemíos” 
campanillas, trinos la pena; 
“soleá” ébria da poderío, 
aromas de jazmín y azucenas. 

Son las aires de la alameda, 
hay un lucero “escondío”, 
amaneceres surcan las estrellas. 

Alborea dentellada de seda. 
No niego que te he “qerío”, 
¡ay! Alameda, ¡ay! Alameda..."


Hasta algunos se volvieron tan místicos que dando gracias a Dios sus letras sirven tanto para cristianos y musulmanes...


"Morning has broken like the first morning
Blackbird has spoken like the first bird
Praise for the singing
Praise for the morning
Praise for them springing fresh from the world
Sweet the rain's new fall, sunlit from heaven
Like the first dewfall on the first grass
Praise for the sweetness of the wet garden
Sprung in completeness where his feet pass..."

Para los que no se les da bien la lengua de maese Shakespeare...

"La mañana ha roto como la primera mañana
El mirlo ha hablado como el primer pájaro
Recemos por el canto
Recemos por la mañana
Recemos por el fresco renacer del mundo
Dulce es la lluvia recién caída, iluminada por el cielo
Como el primer rocío en la primera hierba
Recemos por la dulzura del primer jardín
El renacer se completó cuando sus pies pasaron...


Pero sobre todo en esa época nada era igual y cada uno tenía su forma de ser... todo era de color





Y esos colores los conocí gracias mis hermanos... pero si hay algo por lo que nunca se puede de dejar de las gracias es que te hayan presentado a don José y a don Francisco...