sábado, 21 de noviembre de 2015

Sangre, sudor y lágrimas

        Mi querido Eduardo Osborne cerraba su columna semanal en el Diario de Sevilla el pasado miércoles https://eduardoosborne.wordpress.com/2015/11/18/bataclan/ con una referencia a la famosa cita de Lord Churchill. El británico usó esta expresión en su toma de posesión al principio de la II Guerra Mundial, la Batalla de Inglaterra estaba a punto de comenzar y pocas bombas habían caído todavía sobre Londres, eso sí, en ese momento la guerra la iban perdiendo. El siglo XXI es muy distinto, es el tiempo de las redes sociales y los medios de comunicación. Nos enteramos de todo, o casi, en tiempo real, nos enseñan todo, o casi, por la televisión o en YouTube. Los estadounidenses han pasado por Vietnam y los soviéticos por Afganistán. Ambas guerras las perdieron las grandes potencias por la opinión pública. Los rusos quizás vayan un poco a remolque hoy en día pero los yankees han aprendido la lección y todos sus esfuerzos se han centrado en desarrollar tal grado tecnológico que una guerra no implique automáticamente la llegada de un rosario de cadáveres, al menos en los EEUU.
 
        Los acontecimientos de París han propiciado la declaración de guerra de Francia contra el Estado Islámico. Esto lo único que ha provocado, por ahora, es una declaración por unanimidad del Consejo de Naciones Unidas, una intensificación de los bombardeos en Siria y lo que es peor para los islamistas, que Rusia se siente con Francia. Con más de un centenar de muertos todavía calientes no han hecho ni el amago de invadir ningún bastión de Oriente Medio. Tengo claro que ninguna potencia quiere empezar sus noticiarios diariamente con funerales de Estado. Eso si que ha cambiado con respecto a la pasada centuria. Los ejércitos modernos prefieren las tácticas de video juegos y que le hagan el trabajo sucio los ejércitos locales.
 
        Otro campo será la  economía, la tecnología hace que el petróleo no suba, no como antes, cuando, según los libros, la OPEC cerro el grifo al principio de los 70 y la gripe le duró al mundo años. Hoy no pueden cerrarlo porque no podrían pagar ni sus facturas. No creo que el discurso de Hollande haya querido ser como el del amante de habanos, ni querían decir lo mismo, ni el gabacho es , ni será, premio Nobel. Uno tenía que presentarse ante su país en unas circunstancias críticas, en una guerra que iban perdiendo, el otro, se ha presentado ante un país que ha sentido violado su territorio y sobre todo su forma de vida y creo que sus compatriotas necesitaban oír que los causantes lo pagarían. Por supuesto no creo que la gente vaya a comprar la cita de Mr Churchill, y mucho menos, la original I have nothing to offer but blood and toil, sweat and tears (no tengo nada más que ofrecer que sangre y esfuerzo, sudor y lágrimas). Hoy en nuestras acomodadas sociedades occidentales queremos creer que nuestros políticos nos solventarán un tema como este, que lo veremos en el telediario y así discutiremos sobre las consecuencias morales de sus acciones. Por el bien de nuestros hijos, que así sea...